no me dejes caminar en soledad,
los caminos se bifurcan desde el vértice,
supimos dibujar rombos, ahí reside el acierto…
no vendamos tan caras nuestras emociones
la gratuidad de perder, la potencia a ganar
se nos va de las manos lo evitable,
elegimos caminar, «no juramos por nada más
que arrancarnos la maleza de una vez…»
miro ciertos acontecimientos, veo los diálogos por decir,
sigo de página, no participo en ello
ser en ese ostracismo autoimpuesto,
que me pierdo, de que no participo
el mundo sucede allá,
a través de que ventana entramos al hoy…
lo sabemos, lo intuimos, de a ratos accionamos,
tristeza de tener claro ciertos hilos,
no tirar de ellos aun en su bondad…
elijo, elijo seguir, y eso no está, no, no está, así es…
será, saldré cuando allá que brotar, brotaré, desde aquí…