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hubo un instante en el que nuestros ojos se encontraron, uno breve, de esos que filmamos arriba del R12 gris, el que iba caminando era yo, esos ojos azabache se encontraron con los míos, palideció tu cara, y fue volver a vernos después de tanto silencio, sobre todo de mi cuerpo parado frente a vos, no pudiendo gesticular palabra, cuando a lo mejor nos debíamos otra charla. Fui mudo, y no podía explicar que mi amor había partido, extrañe horrores, solo que no pude, casi siempre fui tajante porque no entendí de grises, de dosificar lo que podía dar habiéndome mudado de ahí.

mi penelope cruz se pasea en un focus ultimo modelo, con su hijo en brazos…

el rayo hoy es diferente, pasa a través de un prisma o simplemente de un colador, puede dividir en colores o en mil pequeños puntos de luz, trato siempre trato de aunarlos, de recogerlos uno a uno, como juntando ramas desperdigadas, la potencia difiere, la manera de estar se constituye de una manera cercana a la posmodernidad.

fui un hombre de otro tiempo, construí la realidad ahí, los suficientes cambios para marcar lo importante que no existía hasta ese momento…

en el terreno de los afectos, de los roces, del sexo me entregue tal cual lo sentía, y siendo un hombre de otro tiempo, fui poniendo moños a cada una de las flores que sonreían al pasar, tapie un par de puertas con la férrea sensación de estar entregado a ella… nunca dude de mis elecciones, aunque el tiempo cambio y ese hombre que no veía posibles parejas, despertó, cuando lo hizo no quiso y primero intento cerrar lo que estaba siendo y dar vuelta la pagina, al cerrar… el daño calo hondo y nos quedamos sin marco, sin poder achicar la brecha y la soledad del hombre de otro tiempo se lo comió…

su muerte fue sentencia de su consecuencia, de llevar al extremo lo que se piensa de las cosas, puede que haya sido una mejor versión de esta persona que fui siempre y sigo siendo hoy…

dar muerte al hombre de otro tiempo 

matarlo fue un proceso, no estuvo exento de soledad, insomnio, más consecuencia, ausencia de piel, recorridas por agendas que había prendido fuego y en las cenizas solo quedaba algún número suelto de hojas mezcladas. intente encontrar el amor de aquellas que había desairado, sin el aura o medioambiente para que florezca eso que nos acerco en su momento, así se fue yendo, como una planta sin regar, de a poco, atomizado, disgregando en charlas de celulares, en salidas a lugares sin destino, en alcoholes varios, borracheras eternas, en encuentros furtivos sin el más mínimo reparo, lo primero que reventamos es la piel, cuando esta muere, como los animales la cambio, por una nueva y aquí lo complejo es con cual nos vestimos hoy para ser…

he tenido suerte ante todo, y ante cada una de las bellas personas que han estado a mi lado por lo breve que haya sido ese lapso, he querido, he amado, he construido una piel en el fragmento de tiempo posible que nos permitimos permanecer juntos… mi atomizado ser se aboga la posibilidad de decir hasta donde sucede ese tiempo posible, ese tiempo finito en todo caso se construye entre ambos, y por ahora trato de ser intuitivo, sensitivo, y sincero con lo que sucede, nos sucede y como lo construimos en los breves instantes que compartimos en el mundo.

te gane mes a mes, no durábamos más que ese noviembre y subestimábamos mi pequeño ego, ese que hoy creo que camina por otro lado, no tiendo ese tipo de luchas, ya no de esa manera…

he construido mudanzas, cervezas de barrio, amaneceres conjuntos, desayunos en la cama y no por eso los impulse al amanecer.

lo primero que me falta no es la correspondencia, es tomarme de la mano para ver tu recorrido en soledad, si el camino que transitas es en soledad, no me llevara a tu paraíso y muy rara vez llegue a mudarme ahí…

he atomizado demasiados paraísos perdidos, de cada uno he saqueado algo, mi velocidad a arrebatado la mitad de la vía vida a… he matado con apuro, algo que sin dudas me iba a cargar.

¿qué habría de cambiar?

solo se que a veces añoro volver a lugares de los que me ido tirando napalm, a los que he ingresado gritando AMOKAMOK, antes de matar a quien se cruce, o grite algo en contrario…

el lugar del crimen, habiendo mirando a los ojos a quien creía no merecer tal destino, el desierto taxativo y determinante del hombre de otro tiempo, solo hoy, abrir la puerta del ostracismo que se abalanzaba para abrazarme en soledad…

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